El diagnóstico de la displasia de cadera se debe realizar a todos los recién nacidos. Dando prioridad a aquellos con factores de riesgo asociados como: Antecedente de displasia en la familia, sexo femenino y cuando el bebé se encuentra sentado en el vientre materno previa al nacimiento.
Para diagnosticar la displasia de cadera los doctores hacen exámenes físicos y de imagen, como el ultrasonido y los rayos X
El ultrasonido se debe considerar como el estudio de primera línea en los bebés menores de 4 meses
El momento ideal para realizar dicho estudio es entre las 4 y 6 semanas de vida y teniendo como edad máxima los 3 meses de edad para no ser considerado diagnóstico tardío
¿Porqué el Ultrasonido es la Mejor Opción?
Es un Estudio no invasivo que permite valorar de forma precisa la cadera de tu bebé
No emite radiación y no representa riesgo alguno
Establece el diagnóstico, pronóstico y pauta de tratamiento en caso de que tu bebé este afectado
¡El Diagnóstico Oportuno Puede Prevenir Discapacidad y Altos Costos Médicos!
Si tu bebé tiene menos de 3 meses estás a tiempo de evitarle dolorosas cirugías y posible discapacidad. Dale la calidad de vida que se merece.